Vacío

Me mira desde la cama como si acabara de llegar; como si todo lo que había pasado hace un momento lo hubiera visto por el ojo de la cerradura, cerrando la puerta por fuera.
Está desnuda, se tapa un pecho con la sábana dejando al descubierto su horrible antojo. Siempre me pregunta si me molesta, si me da asco, y siempre le respondo que no, siempre la miento.
Son casi las dos de la madrugada y de pie, poniéndome los vaqueros que casi arañan mi piel desnuda, no tengo apenas sueño. La última vez que vi una cama fue hace 18 horas, pero es como si nada me afectara, como si toda la vida, todos los sueños y todos los días pasaran sin recaer en mi. Podría salir a correr por la ciudad ahora mismo, podría correr descalzo durante horas y no vería el momento de parar. Estoy mas vivo que nunca.
No siento el peso del vacío, ni la rabia del despertar cada mañana, ni los besos sin sentimiento en cada boca, en cada casa; a veces la vida me viene grande.

Me mira, la miro, me está mirando como si le debiera algo y yo la miro como si no supiera lo que está pensando.
Nos conocemos desde hace diez años y desde hace dos, salimos juntos dice ella; solo nos vemos a solas de vez en cuando, digo yo. Me gusta, a veces creo que la quiero, a veces quisiera quererla pero no es suficiente, yo no soy suficiente.
Ya nada es como antes. Desde hace un tiempo nos acostamos como si no nos conociéramos, sin amor, con pasión, con sudor, sin lágrimas ni besos, sin seducción, con rabia y dolor. Desde hace un tiempo ha dejado de ser el último ser al que le dedicaba un te quiero, y yo he dejado de ser el primero al que despertaba con un mensaje de amor. Desde hace un tiempo no soporto el sonido de su voz, es como si otra persona habitara dentro del cuerpo de aquella que un dia me enamoró.
A veces no puedo evitar odiarla.

Me mira desde la cama como si ya no estuviera:

- ¿Me llamarás?
- No creo, no

Me voy sin hacer sangre. Ni siquiera le digo que lo siento, ni siquiera le digo adiós...

Víctor

Y recuerda: Todo esto es mentira...